domingo, 10 de abril de 2016

El rol social en la inmigración

¡Ay! Como echo de menos recibir la llamada de algún amigo para quedar el fin de semana... O no, porque despues de casi tres años aquí, ya me relaciono casi como uno más. Hace realmente poco, os podría decir que 8-10 meses que puedo decir "Hablo noruego"; por lo cual, mantengo conversaciones distendidas sobre casi cualquier tema y me defiendo bastante bien. Por lo que puedo decir que me relaciono con la fauna autóctona de la zona.

Aún recuerdo cuando estaba indeciso, de si venir o no; o mas bien asustado... porque la decisión la tomé en firme por unos motivos que me hicieron pensar que era lo mejor; y de los que no me arrepiento ni un solo segundo por muy mal o bien que lo haya podido pasar. Recuerdo decirle a un amigo: "Tio, estoy cagado, no tengo amigos allí, ¿Cómo me voy a relacionar?". ¿Y sabéis lo que me contestó? Pues las mejores palabras que me pudo decir nadie: "¿Tú? ¿Problema en hacer amigos? ¡Tu estás chalao!".

Pues nada mas lejos de la realidad; conseguir amigos nuevos es difícil de cojones. ¿Dónde conociste a los tuyos? En el colegio, el instituto, la universidad o en el trabajo... y algunos, amigos de tus amigos. ¿Pero y si empiezas de cero? De cero me refiero, sin pasar por ninguno de esos sitios en los que tantos amigos has conocido. Al salir de tu país, vas a ir a trabajar y a conocer gente en tu trabajo, si tienes suerte.

¿Eres una persona lo suficientemente extrovertida como para conocer gente por la calle? ¿Te adaptarías a tener una relación de amistad "a lo noruego"?, es decir, quedar el primer viernes de cada mes cuando todos han cobrado, y ponerse ciegos hasta vomitar de cerveza. Aprender deportes nuevos, cambiar la playa por la nieve en la montaña, la piscina por el lago helado, etc...

El estrés psicológico que te puede producir estar de tu casa al trabajo, de tu trabajo a tu casa, es agobiante. Entre medias tiene que haber una interacción social con las personas que te rodean, que te despejen de las tareas del trabajo y de las obligaciones de tu casa. Si no lo hay, si no se rompe esa rutina aunque sea una vez por semana, estás perdido.

Y es tu tarea comenzar con éste rol cuanto antes; usa Facebook para conocer a gente, foros de internet, incluso páginas de ligar... lo que sea, pero no te quedes de brazos cruzados esperando que la amistad toque a tu puerta, porque puede que nunca lo haga. Busca gente a tus afines, que tenga tus aficiones, propón planes en esas redes sociales para que la gente se una a ti; desde un café hasta ir a pescar, pasando por el futbol o unos bolos. Haz amigos nuevos desde el primer día y manten el contacto con todos los que se adecuen a tu estilo de vida.

Cuando eres emigrante, tienes en común muchas cosas con esas personas que han pasado lo mismo que tú, o están pasando lo que tú has pasado recientemente. Esas conexiones hacen que la amistad surja de una manera más simple. Inténtalo día a día y verás como al final te haces con un grupo de amigos de lo más variopinto. Es muy curioso ver gente de diversas nacionalidades, que tienen diferentes idiomas maternos, hablando en uno mismo que os une.. vuestro pais de recepción.

Espero que, como siempre, alguna de las palabras que escribo, os sea de ayuda a la hora de emigrar o de vivir, esteis donde esteis.

Un abrazo.

Voy a ser papá... ¡Otra vez!

 Pues si almas de cántaro... ¡Voy a ser papá por segunda vez! ¿Y cómo es eso? Os preguntaréis... Pues bien; Papá pone una semillita en mamá ...